A veces, nos suceden cosas que nos hacen ponerlo todo en
perspectiva. Que nos hacen plantearnos cómo jugamos con ese bien tan escaso
llamado tiempo. TIEMPO. El mayor tesoro. Yo estoy en un momento de esos.
Estoy ocupada intensamente, hasta la extenuación. En cosas
que me gustan mucho y en otras que no tanto. La vida es así. Una de cal, y otra
de arena, o eso dicen.
El caso es que en este año apenas he parado por redes
sociales. Lo cierto es que no las hecho de menos, salvo contadas ocasiones.
Me da pena perderme cosas de personas de este universo 2.0
con las que he sentido una conexión especial. Me entristece no poder compartir
freebies o dibujines de esos que tanto me gustan.
Pero no soy una súper persona.
Por más que trato de estirar
el tiempo, da para lo que da.
Eso no significa que renuncie a todos los proyectos que
rondan mi cabeza, pero sí significa que estoy haciendo un esfuerzo por
encajarlos en mi vida y las exigencias del día a día.
Con Dibucos me pasa eso. Que le estoy dando vueltas porque
tengo que reformatearlo de alguna manera. Que estoy buscando su sitio. Un sitio
abrigado, cómodo, confortable donde su corazón pueda palpitar sin estrés.
De momento, no he encontrado la fórmula mágica. Pero sé que
lo haré.
Mientras tanto, quería subir estas palabras.
Me consta que
este blog sigue recibiendo muchas visitas y que los freebies se siguen descargando.
¡Y eso me encanta! Por eso la web sigue activa, aunque la tiendita actualmente
no lo esté.
Si estás por aquí, espero que sigas disfrutando de todos los
dibus y freebies que hay por aquí.
No sé cómo de largo será el paréntesis…
El tiempo pasa tan
rápido que ¡vuela!
Pero merecías saber que sigo ahí. Que sigo dibujando y
escribiendo, aunque no pueda enseñar todo lo que hago. Que sigue girando la
manivela de mi cerebro. Que espero volver a compartir cosas más bien pronto que
tarde.
De corazón, GRACIAS!