Los que me conocen ya saben de mi afición por las tortugas, y que tengo dos en casa. Me apetecía compartir unas fotos de una de ellas, que se asomó por la zona del ordenador el otro día. Está un poco sensible porque la tenemos a dieta; el vete dice que está gordita, pero es que a ella le encanta comer, así que no hace más que pedir mimos (y si cae algo de comer, pues mejor, claro).
Una tortuga en mi escritorio
Los que me conocen ya saben de mi afición por las tortugas, y que tengo dos en casa. Me apetecía compartir unas fotos de una de ellas, que se asomó por la zona del ordenador el otro día. Está un poco sensible porque la tenemos a dieta; el vete dice que está gordita, pero es que a ella le encanta comer, así que no hace más que pedir mimos (y si cae algo de comer, pues mejor, claro).
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